¡La mejor morcilla del mundo! No seré yo quien adjudique ese título a ninguna de las morcillas que podemos probar a lo largo y ancho de nuestra geografía. Porque con permiso de la archiconocida morcilla de Burgos, cada una tiene su sabor y sus ingredientes diferenciadores, y es la mejor para el que la ha comido en casa desde pequeño. Aquí va un revuelto de morcilla de Segovia, aunque puedes hacerlo con tu morcilla de León, o de Soria...
Si nunca lo habéis probado, os estáis perdiendo algo grande. Porque es un auténtico manjar apto para las celebraciones más fisnas, tiene un precio más que razonable, apenas hay que cocinarlo, ¡y viene dentro de una lata! El confit de pato es un invento francés de los mejores, lo digo yo.
¿Quieres una cena rápida pero sabrosa? ¿O buscas ideas para hacer canapés? Para ambas cosas te sirve esta receta: una buena sobrasada, un buen queso brie, jalea de membrillo o miel, y a gozarla.
Es una de las tartas más famosas en todos los restaurantes. La tarta de queso, la fría, la que va con mermelada, sí, esa. En un restaurante siempre tendremos la duda de si la han hecho con polvitos prefabricados, pero ésta la hacemos en casa. Y es todo natural, y sale de muerte.
Este milhojas de verduras es un invento. Me encantan los platos que se hacen solos: tú metes un molde lleno de cosas en el horno y sacas un pastel: ¡magia! Con calabacín, tomate, jamón y queso, para que sea sabroso, fácil de comer, con muy poca grasa y divertido para toda la familia. Además es tan bonito que nos sirve para una ocasión especial. Enciende el horno, que nos ponemos a ello.
¡No puede ser! Llevo más de setenta recetas escritas y ¡aún no tenía ninguna ensalada! Esto lo soluciono yo ya mismo, con este lujo: una ensalada tan refrescante, con sabores cítricos y texturas untuosas. Veréis qué placer:
En una de esas veladas en las que nadie tiene prisa, en las reuniones con amigos (de los íntimos), y para disfrutarlas en pareja, las fondues son una magnífica opción. Una fondue de chocolate además es un vicio confesable, para deleitarse a fondo, el paraíso de los golosos... Y para rebajar un poco la culpa, lo que meteremos en el chocolate será fruta. Una delicia.
Las pularda rellena es un clásico navideño, igual que el pavo o el besugo, pero un poco más económico, y no tiene nada, nada que envidiarles. Con el relleno más festivo y aromático y bien regadito de licor, disfrutaremos del plato principal en uno de los muchos banquetes que nos damos en fiestas. La elaboración es mucho menos complicada de lo que parece, de verdad, te animo a que te líes la manta a la cabeza y que invites a tus suegros a cenar. Quedas bien fijo.
Me encanta la navidad, desde siempre. Las luces, los adornos, la comida... En cambio, nunca me gustaron mucho los polvorones, yo era más de mazapán. Pero eso era porque aún no había probado éstos... Es una receta infalible y nada complicada, sólo hay que aguantar la impaciencia de querer comérselos ya. Y recomiendo no hacer una tonelada la primera vez, es mejor que vayas ajustando a tus gustos el grado de tueste, de dulzor... Empieza con estos veinte. Yo te ayudo.